Estado Natural, experiencias para gente con ombligo.

Si eres de los que piensas que la vida es una sucesión de experiencias, además de pasar por la naturaleza dejas que la naturaleza pase por ti, tienes ombligo y eres consciente de ello y de lo que eso conlleva, bienvenido, aquí tienes tu espacio.

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martes, 23 de noviembre de 2010

El Reina Sofía vuelve a mudar de piel

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Reina/Sofia/vuelve/mudar/piel/elpepucul/20101121elpepicul_1/Tes

Felicidades a todos los amantes del arte.
La última vez que visité este museo fue hace más de 15 días y,  a fe mía,  resultó verdaderamente un caos.
Cronológicamente, su colección es una prolongación de la  del  Museo del Prado al cubrir el periodo que va de finales del siglo XIX  a la actualidad. Y dentro de sus muros  Picasso, Oteiza, Klein, Rothko, Millares, Bacon, Lichtenstein, Dalí, etc.
Una joya en el corazón de Madrid que todo amante del arte debe visitar si acude alguna vez a la capital.  No hay nada más madrileño que una mañana de domingo caminando por el Paseo del Prado, visitar el museo, empaparte de arte y a la salida embutirte un bocata de calamares con unas cañas para comentar las mejores jugadas. Quizás esto último no suene muy cool, pero aquí la tradición manda y eso es nos hace más vintages, que a la larga es lo que manda.

Para resolver la cojera conceptual de un edificio del s. XVIII en pleno s. XIX llegó la ampliación del museo,  y con ella la polémica,  con su nuevo revestimiento metálico y rojo  (que a mí, personalmente me encanta)

El reordenamiento de las galerías, temporal,  trajo la confusión, el cierre de algunas salas y la distribución caótica de las obras.
Afortunadamente eso ha terminado. Volvemos a disfrutar del Reina (como se conoce popularmente aquí) en todo su esplendor.
Un aplauso. Volveré a por mi bocata de calamares, y esta vez espero que no se me indigeste.

viernes, 13 de agosto de 2010

No hay palabras



                                               
Arde Europa. 
Quisiera describir la rabia e impotencia que siento ver estas imágenes. No me sale nada.
Hoy no puedo. 
Hoy, las líneas de los sucesos se siguen escribiendo con la ceniza de lo que ayer fue vida.
Ahora llega la nada en forma de silencio negro. Lo cubre todo.
Incluso mis palabras,  también consumidas por el fuego.
Todo.

jueves, 5 de agosto de 2010

Un paseo por el Pico del Nevero

Salimos un bonito domingo de Julio, bien temprano, como a eso de las 7.30h de la mañana, tras desayunar sólidamente unas tostadas con café en uno de los innumerables baresa que hay en el bello pueblo serrano de  Lozoya.
La subida en coche por la siempre complicada carretera que sube hacia el puerto de Navaf´ria, nos llevó hasta el km 9, donde nos desviamos y tomamos el atajo de tierra que conduce hasta una zona de merenderos .
Allí, tras contemplar la bella vista que desde ese punto se tiene del valle, comenzamos la ascensión atravesando las masas forestales de pinos, dirección a las lagunillas del Nevero.
Vista de la cara anterior de las lagunillas
Antiguo frente de batalla durante la Guerra Civil Española, el lugar fué escenario de frecuentes y cruentos combates entre los dos bandos, ansiosos por disputarse el estratégico punto geográfico del Pico del Nevero, así como del Puerto de Navafría.

La tragedia de la guerra azotó a esta zona de forma bastante dura, pudiéndose ver hoy todavía, vestigios de aquellos aciagos días.
Uno de los más evidentes se perciben a simple vista y es la diferencia vegetal que existe entre la cubierta arbórea que recubre la mitad superior de esta zona, compuesta en su mayoría por pinos (replantados durante los años 40 debido a que la zona quedó completamente arrasada)   y la  mitad inferior, cubierta de robles, árboles en su mayoría autóctonos, que aguantaron el conflicto al estar situados en las zonas más alejadas de los combates.
Pino silvestre
Durante la ascensión a las lagunillas pudimos percibir algunos pinos silvestres autóctonos de la zona, heroicos supervivientes de tiempos anteriores al conflicto.

Ascendemos directamnte por el corta fuegos que sube hasta la llamada Peña del Cuervo, tramo duro y sufrido que sin embargo nos premia a la vista una vez llegados a este punto.
Las vistas del valle desde este punto son alucinantes.  Aquí paramos y tomamos un refrigerio mientras contemplábamos embobados el hermoso valle que se abría ante nuestros ojos.
Caballos en la subida al pico
Una vez realizado el descanso retomamos el ascenso en dirección oeste, hacia las Lagunillas. El camino es más suave y pudimos disfrutar de la presencia de fauna doméstica como caballos y vacas, que, al igual que nosotros, parecían disfrutar del entorno.

Durante los meses de primavera y verano, con la llegada del buen tiempo, no es raro que los ganaderos de los pueblos de la zona y, ante la extinción hace muchos años de los grandes depredadores de estas tierras (lobos y osos), suelten al ganado
libre en las montañas, ya que es en estas fechas cuando los pastos son más jugosos y abundantes.
Lagunillas
Llegando a las Lagunillas el cielo se fue nublando, lo cual nos hizo el ascenso más agradable .
Al llegar a este lugar nos descalzamos y tumbamos en el pasto que las rodean, dejando sentir el suave tacto de las plantas en nuestros pies. Los más valientes probaron a introducir sus pies en las frías aguas, repletas de renacuajos.
Tras otro pequeño descanso continuamos la ruta atravesando el vestigio glacial del Nevero, aún con nieve en estas fechas, hasta llegar a su cumbre.
Es alucinante ver como aún, en  éste glacial milenario y bajo su gruesa capa de nieve helada, se forma uno de los arroyos que va descendiendo y que mucho más abajo abastece de agua al pueblo de Lozoya. E incluso junta sus aguas con otros arroyos y afluentes, desembocando en el embalse de Lozoya, formando parte de toda esa agua que abastece la capital del estado.

El agua de Madrid tiene fama de ser una de las mejores de España. Contemplando este lugar uno comprende el por qué.
Vista del Valle del Lozoya desde el Pico del Nevero
Una vez llegados hasta el Pico del Nevero volvemos a ser privilegiados espectadores de unas vistas únicas. El ascenso, aunque no muy duro, si es algo exigente, pero queda compensado por las vistas.
Sentados en la roca que marca el punto de altitud contemplamos en silencio el espacio que nos rodea. No hace falta decir nada más.
Comenzamos el descenso por la cumbredirigiéndonos ahora hacia el oeste, hacia el Puerto de Navaf´ria. Caminamos "cumbreando" entre Madrid y Segovia, por un paisaje pelado, solitario, bello,  podría pasr por lunar perfectamente
Durante la bajada podemos ver las antiguas trincheras y puestos de observación que aún quedan de la Guarra Civil.
Finalmente llegamos al puerto y Nuria, la guía, nos muestra, escondido bajo unos grandes pinos, lo que queda de  un antiguo cementerio italiano, otra cicatriz de aquella infausta guerra.
De aquí al segundo aparcamiento hay un paseo sencillo. Llegamos  hambrientos  al merendero y devoramos en un entorno privilegiado y al susurro del viento entre las copas de los pinos los bocatas y aperitivos correspondientes.
 Por supuesto que se produce un expontáneo trueque de alimentos y platos, que devoramos con fruición.
Y efectivamente llegamos a la conclusión de que la comida en el campo sabe el doble de buena.
Después y tras comentar las mejores jugadas llegan las despedidas.
La mayoría decide partir directamente. Otros, los menos,  preferimos bajar al precioso pueblo de  Lozoya y tras disfrutar de un café , nos bañamos en las piscinas municipales, cerramos la excursión con broche de oro.

Un saludo a todos los que participaron y en especial a Nuria, nuestra guía y amiga, que nos cuido y oriento durante toda la ruta, enseñándonos a participar de la naturaleza de una forma agradable, didáctica y divertida.

miércoles, 28 de julio de 2010

¿De qué color es el caballo blanco de Santiago?


Una mañana de verano, una montaña, una ruta,  y de repente, tras el recodo de un camino y sin previo aviso, de entre la vegetación silvestre, ajeno  a todo y a todos, aparece sin previo aviso ,poderoso, un  gran caballo blanco.
Nos mira. Le miramos.
-¡Qué extraño encontrar aquí, en este remoto rincon perdido, a este fabuloso animal!, nos decimos.
Seguramente y por la forma en la que nos observa, el piensa lo mismo,-¿qué se les ha perdio a estos por aquí?, parecen decir sus enormes ojos acuosos.
Cargo la cámara e inmortalizo el instante.

Pasado un rato y aun con la extrañeza comentándose en nuestras bocas, seguimos nuestra travesía.

La montaña, tan natural, tan mágica, no deja de sorprendernos, de sorprenderme.

Me recuerda que está en constante cambio, mutando. Así, cada instante avanza dejando tras de sí una historia irrepetible, una esencia que queda atrapada en el entorno, enriqueciéndolo  y alimentándolo, construyendo una nueva escena lista para ser contemplada, vivida, disfrutada,  por los espectadores de la naturaleza. Nosotros.

Y mientras divago sobre este concepto, me sobrecojo ansioso, deseando expectante, llegar ya al siguiente recodo para descubrir que nueva sorpresas me regalara en la mañana la naturaleza.

martes, 20 de julio de 2010

Los libros se fueron de vacaciones


(Ilustración de NETAMOLA)

Una vez evaporadas las últimas páginas del último libro de mi última lectura, bajo la calorina estival de este mes de Julio, decidí acercarme a la flamante biblioteca municipal del barrio y refrescar mi reseco intelecto urbanita.

Pero al llegar al moderno edificio azul, después de  atravesar la reseca meseta castellana con forma de vía urbana capitalina, achicharrándome con los latigazos ardientes que marcaban el cenit del medio día,  (afortunadamente en este mundo todavía el Sol es de justicia y no entiende de influencias y partidismos, quema a todos por igual sin distinción de razas ni condición social) me encuentro con las puertas del lugar cerradas.

Los libros, o mejor dicho, los funcionarios de la “biblio” (así le llamamos a la biblioteca los que nos queremos hacer los cools e ir de intelectuales) se toman 15 días de asueto, me informa un amable guardia de seguridad armado con su porra reglamentaria, arma disuasoria que no entiendo muy bien qué función puede tener en semejante edificio, pues dudo mucho que en este país alguien quiera robar libros.

Pasado rápidamente el enojo inicial (atención: cabrearse en el “asolaero” capitalino a las 12 del mediodía no es muy recomendable para la salud. No lo haga si no es en presencia de un experto)  y reptando cual lagartija al hogar comienzo a mascullar mi venganza-¡No leeré más!-
Estúpida conclusión que rápidamente desecho, -es el calor- me digo, y me quedo más tranquilo

Luego reflexiono sobre el caso y llego a una conclusión inquietante: entiendo que los trabajadores públicos (y también los que no son públicos, por supuesto) disfruten de su merecido descanso, pero ¿por qué la cultura se ha de tomar vacaciones?, ¿acaso la sanidad –rama laboral que conozco de sobra por razones que ahora no vienen al caso- se las toma y deja sin servicio a la población?, ¿acaso la cultural no es salud mental?, ¿es que los que no nos podemos ir de vacaciones no tenernos derecho a esos servicios?, ¿acaso la cultura, como servicio público que es, el conocimiento, no debería ser accesible todos los días del año?

Leer es educar y educar es crecer. Poner límites y horarios a la cultura es limitar el conocimiento.
¿Se le pueden poner puertas al campo?

jueves, 15 de julio de 2010

¿A qué huelen las montañas?


Recuerdo mi infancia veraniega en un pueblo de la Sierra de Madrid. Pasaba los casi tres meses estivales asilvestrándome en un pequeño enclave montañés (por aquel entonces viajar al extrajero era un privilegio al alcance de muy pocos),despojándome día a día de mis costumbres citadinas adquiridas a lo largo del resto del año.

Recuerdo las escapadas con los amigos en bici explorando primero, caminando después y conquistando , a golpe de espada imaginaria con forma de vara de roble , los rincones más salvajes del entorno.
Aprendimos a conocer la sierra y a respetarla; creímos domesticar praderas, someter caminos y conquistar montañas. Efectivamente, en nuestra ingenuidad infantil pensamos que ya  eran nuestras, que nos habíamos apropiado de sus secretos. Pero la realidad, pasado el tiempo nos dimos cuenta, fue totalmente distinta.

Sucedió que, conforme pasaban los años y a medida que crecíamos, nos debíamos a este entorno, a su regazo,  que nos llamaba y nos reclamaba constantemente a su lado. Efectivamente amigos, nosotros fuimos los conquistados, los domesticados, los sometidos, de tal forma que una parte de nuestra infancia se quedó allí para siempre.

Ahora se que mi juventud huele a retama, a jara, a pino en verano, a roble en otoño, a cantueso en primavera, a musgo en invierno, a montaña todo el año, a un valle toda la vida.

Y cuando recorro esos caminos sé que no son solo una ruta más; me lleno de los olores del entorno, los mío propios también, de un pasado todavía no lejano y me deslizo entre las montañas que cumbrean mis recuerdos.

martes, 13 de julio de 2010

En estado puro

A punto de iniciar el despegue me gustaría hacer alguna puntualización acerca de las excursiones por Madrid.
¿Sólo vamos a hacer excursiones aquí? , es una de las preguntas frecuentes que más me han hecho últimamente.  La respuesta es NO. Vamos a realizar y diseñar excursiones a lo largo de toda la geografía nacional , e incluso en el extranjero. Pero de momento y mientras vamos creciendo nos centraremos, en estos primeros meses, en un entorno cercano y sin embargo todavía poco conocido.

Cuando digo poco conocido me refiero a lugares que, aunque situados en el Sistema Central y a un paso de capitales como Segovia o Madrid, no estan masificados ni son invadidos cada fín de semana por las hordas citadinas que buscan el reposo merecido y un desconecte campirano.
Lugares por donde aún campa el lobo, bosques de origen milenario, glaciales de épocas prehistóricas, etc.
En definitiva, senderos que aún guardan la esencia de autenticidad de siempre y los ecos de historias milenarias. En puro Estado Natural.

Un saludo a todos/as,
Pedro

viernes, 9 de julio de 2010

TODO COMIENZA EN ESTADO NATURAL

Hola amig/as,
Por fín y tras varios meses de trabajo comenzamos las excursiones.
Han sido semanas de intensa actividad para crear un proyecto serio e ilusionante; un proyecto con el que pretendemos acercar el mundo de la naturaleza de forma diferente.


Desde ESTADO NATURAL no pretendemos organizar paseos al campo, pues eso es algo que cualquiera puede hacer con una simple escapadita a la Sierra en su coche. Si bien esto último es bueno y aconsejable para todos aquellos que deseen desconectar de la  mundanal vida gris citadina, creemos, sin embargo que, quizás se quede un poco corto para ciertas personas que busquen algo más. Para gente que quiere acercarse y vivir además  una experiencia en plena naturaleza.


Y eso es precisamente lo que ofrecemos:  experiencias naturales en forma de rutas de senderismo, o como a nosotros nos gusta llamarlo, SENDERISMO SELECTO.
Algo más que un paseo por el campo, una vivencia plena para conocer no sólo nuestra geografía más inédita (nos acercaremos a los rincones más bellos y menos masificados de nuestra naturaleza) si no también las milenarias historias, culturas y costumbres que sus paisajes y las gentes del lugar guardan.

 


Y recuerda, NO PASES POR LA NATURALEZA, DEJA QUE LA NATURALEZA PASE POR TI